miércoles, 10 de diciembre de 2014

Como una estrella



Fue como una estrella fugaz, veloz, sorprendente, hermosa, un regalo del cielo inquietante, confuso, activador.


Cada vez que le veía, duraba en mi mirada unos instantes y luego desaparecía dejando un resplandor de fuego y mi cuerpo en llamas.


Pero la oscuridad regresaba y yo buscaba en la noche esperando volver a sentir el reflejo de su brillo en mis ojos. Aparecía y desaparecía en un destello- vacío constante, intermitente, impredecible, agitado, magnético.


Fue como un juego de azar, como una ruleta que contemplaba absorta tratando de adivinar qué número saldría para ese día, para esa semana o simplemente si habría próximo número. Vueltas y más vueltas, 1 rojo, 5 negro, 28, 33, 14… el mismo círculo.


Desapareció de la misma manera que había aparecido, súbitamente en un último destello, y lo que ahora queda es sensación de irrealidad, de algo que no sé si sucedió, soñé, inventé o imaginé.

No sé si fue un hombre o una estrella… fugaz.

 

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